Dos palabras tan
simples... y a la vez tan complicadas. Dos palabras que lo dicen todo... y a la
vez no dicen nada. ¿Qué expresan realmente? ¿Un sentimiento? ¿Un estado de
ánimo? ¿Una ilusión? No tiene definición posible, porque esas dos palabras van
ligadas al amor, y nadie sabe por qué todo se vuelve indescriptible cuando se
ama, cuando sientes algo infinito y aparece la necesidad de decir “Te quiero”.
Sé que cuesta
demasiado entender por qué esos dos segundos en los que tarda en salir esa
frase por tus labios, enviadas desde el corazón, pueden cambiar tu vida por
completo. ¿De verdad es posible? ¿Qué tienen? ¿Qué esconden? ¿Por qué pueden
hacer feliz a la persona más pequeñita del mundo, o incluso a la más grande?
Sólo puedo afirmar
que son palabras plenas, palabras que expresan un significado tan puro y
hermoso que te llevan a la felicidad absoluta y celestial. Pueden dibujar
sonrisas, alterar corazones, acelerar respiraciones, encender la pasión, hacer
arder la locura...
Simple y
sencillamente, un “Te quiero”, cuando viene desde el alma, puede mover el mundo
con un mínimo suspiro, y hacer que la vida sea enteramente perfecta. ¿Necesitas
más explicación?