Respiras
profundamente y cierras los ojos. El aire fresco te da de lleno en la cara y
una sonrisa se dibuja en tu rostro. Estás feliz. Hoy te sientes bien. Sales a
la calle y el día está radiante. Los intensos rayos de sol nunca han brillado
tanto y da la sensación de que van alumbrando tu camino. Te dan ganas de reír y
de gritar, de hablar de eso tan maravilloso que te ha convertido en la persona
más dichosa del mundo. Pero, lo más importante de todo... es que una pequeña
luz se ha encendido para siempre en el universo gracias a ese pequeño detalle
que te ha hecho tan feliz. ¿Sabes de lo que hablo no? ¡Claro que sí! Ha sido
ese dulce beso... o ese cálido abrazo... o ese poema dedicado sólo para ti... o
ese bonito halago... o esa ilusión... o ese sueño... o esa sonrisa creada por
ti. ¿Acaso quieres, necesitas más? Yo creo que no. Y por si lo dudabas, ese
vuelco al corazón tan satisfactorio que te regala un detalle no tiene ninguna
comparación posible.
"Por ti... Y por tantos otros que estáis lejos"
02 octubre 2011
A veces es tan difícil explicar un sentimiento... y más
éste, que surgió de la nada y sin esperarlo si quiera. El cariño, ese que yo te
tengo, que surgió de la mezcla de palabras e ideas, de las sonrisas y los
lindos momentos, las bromas, las dulces despedidas, los "te
quiero"... todo ello a través de la distancia, unida por el corazón.
Cuando sonríes, cuando me animas, cuando sonrío, cuando te cuento algo... son
en esos momentos en los que siento y sé que estás aquí de verdad. Aunque nos
separen millas y millas, nuestras almas están unidas de esta forma tan
especial. Y es ahí cuando creamos promesas e ilusiones, un futuro en el que
existirá el cara a cara y el cariño será aún mayor, una amistad nacida de la
experiencia inolvidable y de la confianza nacida a través de una simple
coincidencia.