**¡¡Mis amores!! Disculpad la tardanza,
pero ya vuelvo a estar disponible y me pondré al día con todos los blogs y con
mis historias. Gracias por la paciencia, ¡Os quiero! ♥ **
A la mañana siguiente, cuando la luz del
sol dio de lleno en mi rostro, supe que me había pegado la noche entera
llorando, pues los ojos me escocían demasiado y los tenía hinchados. Gracias a
Dios, Delia ya se había marchado, por lo que no me vería sometida a un
interrogatorio desde tan temprano.
Me levanté con parsimonia y me acerqué al
armario. Era lunes, vaya forma de empezar la semana. Cogí mi ropa y me dirigí a
la ducha. Como se me había hecho tarde, ya había mucho sitio libre, de modo que
no tuve que esperar.
El peor momento llegó cuando bajé al aula
de lengua y todos los asientos estaban ocupados. Todos... menos dos: junto a
Jay y junto a Saray. Estaba muy claro el motivo por el que rehuía a sentarme
con el primero, pero estar al lado de Saray, que me odiaba por ser la mejor
amiga de Darío y acaparar toda su atención... tampoco me entusiasmaba demasiado.
Aun así, no me atraía la primera idea
después de la conversación que había tenido anoche con mi compañero, por lo que
me armé de valor y me fui hasta Saray. Ni siquiera nos miramos. La indiferencia
era tal que fue casi como estar sola. De todas formas me sentía incómoda,
porque aquella compañía iba unida a ciertas miradas recelosas que se posaban
sobre mí desde el fondo de la clase.
Las clases de literatura eran oleadas de
magia para mí. Me encantaba recrearme en fantasías que, vistas a los ojos del
resto del mundo, parecían absurdas. Lo dijo una vez Juan Rulfo, un famoso
escritor mexicano: “Ya que no podemos dominar la realidad, mejor aprovecharnos
y controlar el mundo de los sueños”. En ese mundo, aún conservaba a mis padres,
y los veía claramente diciendo que me querían y que permanecerían junto a mí.
En mi mundo, las paredes del orfanato se convertían en un claro cielo azul, y
las baldosas astilladas pasaban a ser un frondoso campo cubierto de flores
silvestres. En mi mundo siempre salía el sol, y las gotas de rocío de cada
mañana refrescaban y daban vida a un hermoso paisaje que despertaba mis
sentidos. Lo mejor era que, visto así, aquel mundo era real, y nadie podría
negármelo nunca.
- ¡Valery! -me gritó Darío.
- ¿Qué ocurre? -me sobresalté.
- Ya la clase ha terminado -sonrió.
- Vaya, no me había dando cuenta.
Estaba...
- … en tu mundo, lo sé -rió. - Venga,
vamos.
Salimos de la clase y nos marchamos a la
biblioteca. Si había algo que me gustaba del orfanato era que teníamos horas
libres entre cada asignatura. De resto, mi estancia allí era deprimente.
Nos situamos al fondo y me desplomé sobre
la silla. Estaba cansada después de mi reflexión el día anterior, incluso me
dolía la cabeza por aquel bombardeo de ideas. Pensé que podría aprovechar para
descansar y relajarme, pero no me esperaba que Darío fuera a tocar aquel tema.
- Anoche Jay y yo estuvimos hablando
-susurró.
- No sé porqué me lo esperaba.
- Está bastante apenado.
- Así me quedé yo hace un año cuando
abandonó y me dejó sola.
- No por ello tienes que actuar igual. No
es cuestión de venganza...
- ¡Claro que no! Se trata de una cuestión
mucho más seria Darío, se trata de amor. Yo jamás podría estar con alguien a
quien no quiero.
No sé porqué, pero los ojos de Darío
brillaron intensamente al decir yo aquello.
- Si eso es cierto, ¿por qué estás tan
mal? Se te nota el cansancio en la mirada, y estoy seguro de que lloraste
anoche. Te conozco demasiado bien.
- No es lo que piensas Darío.
- Puede que aún lo quieras pero no lo
sabes -dijo receloso.
- ¡Te equivocas!
- Y a lo mejor estarías mejor si lo
pensaras.
- Darío, ¡basta! ¿A qué viene esta charla
ahora? Sabes de sobra lo que siento, no tienes que venir ahora a darme la lata
con este tema.
- ¿Y por qué llorabas?
- Olvídalo, no tengo ganas de hablar de
esto. Basta ya de machacarme.
- Ah, ¿ahora resulta que te machaco?
- Nunca hemos hablado de Jay, nunca.
- A lo mejor es hoy el día -dijo
seriamente.
- Sabes que no me gusta hablar de ello.
Sólo quiero olvidar este mal trago, por favor.
- Aun así deberías replanteártelo. Puede
que él...
- ¿Vas a seguir? Si nunca le hemos dado
importancia al tema no pienso dársela ahora, que lo sepas -dije mientras me
levantaba.
- Eso quiere decir que aún sientes algo
-dijo con severidad.
- ¿Qué coño te pasa? No pareces tú.
- Me parece que estás siendo injusta y
egoísta.
Ni siquiera le respondí, me di la vuelta y
me alejé mientras sus duras palabras resonaban en mi cabeza. ¿De verdad era una
egoísta por ser sincera con Jay en vez de darle falsas ilusiones?
Iba de camino a mi siguiente clase cuando
me encontré a doña Victoria, que venía de frente por el pasillo. Cualquier otra
persona hubiera clavado la vista en el suelo para no tener que enfrentarse a su
dura mirada, mas yo no lo hice. La miré directamente, para que se diera cuenta
de que no iba a temerle, a pesar de sus castigos e injusticias. Estaba
dispuesta a pasar de largo, sin embargo, me sorprendió llamándome.
- Valery, andaba buscándote -dijo con su
voz severa, capaz de hacer temblar el suelo.
- ¿Qué desea? -pregunté con inocencia.
- Que acompañes a mi sobrina al pueblo
esta tarde -señaló hacia Saray.
- Creo que hay personas más adecuadas que
yo para hacerle ese favor.
- Puede, pero vas a ser tú quien lo haga,
por el simple hecho de que yo lo ordeno.
- No sé si será buena idea.
- Eso no es algo que me preocupe. A las
cinco por fuera de mi despacho, y más te vale que no te retrases -contestó
rotunda antes de alejarse.
En un acto reflejo, un tanto infantil a
mis diecisiete años, me giré hacia ella y levanté el dedo corazón, mientras la
miraba con todo el odio del que era capaz. Furiosa, me marché por el pasillo
hacia el aula de matemáticas, y por mi mente pasaba la idea de que desafiarla
con la mirada había sido una auténtica gilipollez. “Bien por ti Valery, ¡te has
lucido” -gritó mi conciencia. “Tampoco es que me arrepienta” -rió mi lado
rebelde. Y mi lado romántico, cómo no, opinaba siempre: “será bonito dar un
paseo por el bosque nevado”. Sacudí la cabeza y me senté con Delia para atender
a la clase.
Ni siquiera bajé a comer, no tenía ganas
de ver a Darío, y mucho menos a Jay. Además, estaba disgustada por la vuelta
que iba a dar en la tarde con Saray. Era la primera vez que iba al pueblo sin
compañía de un supervisor, y un mal presentimiento recorría mis venas. ¿Qué era
lo que tramaba doña Victoria? Y encima con su sobrina, sabiendo que no nos
llevábamos bien.
Tumbada en la cama, se me hizo la hora.
Hacía frío, así que cambié la rebeca por una sudadera roja, me puse las
converse del mismo color, y el gorro y los guantes negros, a juego con mis
vaqueros.
Bajé al despacho de doña Victoria, que ya
me esperaba en la puerta junto a su querida sobrina. Esta última me miró con
una sonrisa y pensé que me lo estaba imaginando todo para hacerlo más
llevadero.
- Espero que disfrutéis del paseo -dijo,
con una expresión inescrutable.
- Seguro que sí -sonrió Saray.
- Y espero que no cometáis ninguna locura,
no me gustan nada las tonterías -dijo, mirándome de reojo.
- Sí señora -susurramos.
Ella entró en si despacho con una sonrisa
satisfactoria al ver el efecto de su poder sobre nosotras. Nos marchamos en
silencio, cruzamos la puerta, y nos adentramos en el bosque. La idea de salir
huyendo se me antojaba irresistible, pero sabía que me la cargaría si lo
intentaba siquiera. ¿Es que aquello era una especie de prueba?
De haber sabido lo que iba a pasar en un
par de minutos, habría echado a correr sin pensármelo dos veces.
Bueno, parece que Valery tiene muy claro que pasa bastante de su ex, Jay... Y también está claro que como Jay sabe que lo que piense Darío tiene mucha importancia para Valery, Jay se aprovecha de ello y le dijo a Darío que le contase a la chica que él estaba triste y que quería volver con ella. Darío es un pesado: durante el interrogatorio solté en alto "¡Qué pesado eres chaval, cállate ya, que te ha dicho que no quiere saber nada más de Jay, coño!" Luego pienso que Saray igual no es tan mala persona... Todos tenemos celos cuando nos gusta alguien, y hay otra persona que habla con él/ella más que nosotros. Yo tampoco me relacionaría mucho con Valery en su caso. "Cuando alguien (Valery) interfiere en algo que deseas (Darío), se convierte en tu enemigo" Por eso Saray no se lleva bien con Valery. Pero Valery no tiene ninguna culpa!! Ya espero el capítulo 7, saludos!! :)
ResponderEliminarsiento, que... que escribes super bien, y que transmites mucho.
ResponderEliminar¿cómo lo haces? esperaré al 7º Capítulo!!! un beso guapa, y sigue así.
GRRRRRR!! me leí todo lo que perdí!!!
ResponderEliminarDIOS ME ENCANTA! ya sabes que adoro como escribes cielo, porque lo haces de una forma genial.
Entiendo a Saray sabes, porque yo a veces tb me pongo asi de celosilla ahahaAdoro a Valery!!!
Espero el siguiente capitulo^^
Un beso y como siempre te espero en mi blog vale? Ayer subi el 1º cap de una historia pequeñilla que voy a subir cada miercoles, espero tu opinion^^
AHHHHHHHHHHHHHH!!
ResponderEliminarDe verdad vas a dejarnos así¿? Queremos saber qué es lo que va a pasar! Dichosa Doña Victoria! La tengo atragantada como un mendrugo de pan mohoso! No puedo con ella, a ver si el Karma la castiga en breve porque esa mujer es una catástrofe hecha carne!
Por lo demás: ME HA ENCANTADO! Tenía muchas ganas de seguir leyendo y no me has defraudado en absoluto, todo lo contrario!Cada diía logras que la lectura fluya más y que en un abrir y cerrar de ojos se acabe el capítulo.
Lo mejor de todo: ¡que nos dejas con ganas de más!
Un besito enorme y espero el capítulo 6 ANSIOSA! :)
¡Muchos ánimos!
hola... natii adoroooo tu historiaa es muy linda y a la vez triste me encanta como escribes.... no dejes de escribir quiero saber lo que sigue estare pendiente..... besoss
ResponderEliminarporfa pasate por mi blog
http://www.unalagrimaenelcorazon.blogspot.com/
gracias
Dios mío, ¡me ha encantado! La espera ha valido la pena. Darío ha sido súper pesado, madre mía!! Pero yo me huelo algo, sí, sí, ese chiquillo siente algo por ella, seguro!! Porque no es normal que insista tanto con lo de Jay, yo le hubiera gritado que se callara la boca!! jajaja (soy una chica cruel)
ResponderEliminarY luego doña Victoria tan ****** como siempre!! Odio a esa mujer... y encima Saray es la sobrina!! Ya decía yo que tenía mala pinta esa tía... Sube el 7 ya por favor!! Lo necesito!! Kisses! :D
Bff me ha encantadoo!!! ¿Qué pasara con Valery y SaraY¿*O* Espero pronto el capitulo 7..avisame^^ un besoo
ResponderEliminarMala, mala y mala!! Cómo me dejas así??!!! Jop! Ahora me vas a tener en ascuas... Hmm...
ResponderEliminarBueno, está claro que Darío siente algo por Valerya aunque de algún modo también se siente en la obligación para con Jay, con lo cual está en una encrucijada, pobre! Doña Victoria trama algo y vete tu a saber la tal Saray sino tendrá algo que ver también...
Bueno, tendré que esperar a ver que pasa después de dos minutos XD
Por cierto, siento haber tardado tanto, pero he andado liada, tengo la intención de continuar con los blogs y ponerme al día con mis seguidores!
Un beso fuerte, guapa!!! ^^
wow, me ha encantado!!
ResponderEliminarQuiero leer el prox pronto, cuando vas a subirlo?
ResponderEliminarVenía a decirte que subí un nuevo capítulo de Reflejo:
http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es
Un beso!
Natii :D
ResponderEliminarMe ha encantado :D
Enserio est´á genial ^^
O subes nuevo capítulo o te corto en pedacitos pequeños :D
Oh no, no me puedo creer que me haya enganchado a algo más!
ResponderEliminarcielo, hay un nuevo capítulo de reflejo:
ResponderEliminarhttp://amormasalladelaunicidad.blogspot.com.es/
Increible !!!
ResponderEliminarWuuuahhhh ¡¡
ResponderEliminarQ intriga *morderme las uñas* xDD